No te gusta quien eres. No eres así y nunca lo serás ni desearás profundamente serlo. De este modo, la única y verdadera opción correcta es escapar. Salir corriendo. Volando. Solo cuando seas capaz de volver a batir las alas a juego con el viento podrás estar satisfecha, volver a sonreír por dentro, con honestidad, siendo sincera contigo misma, como solías ser.

Muchas veces es difícil ser sincero con los demás, empezando por no ser sincero con uno mismo, y no por querer engañar premeditadamente, ni siquiera tú sabes que lo estás haciendo.
No queremos decirnos la verdad, eso implicaría susurrarnos en bajito a nosotros mismos cosas que no queremos oír, y nadie está conforme con eso. Autoengañarse es un sistema inmunológico mucho más fuerte que el del propio cuerpo humano, tanto que se nos puede ir de las manos.

Aire, silencio y paciencia. Solo necesito eso. Soledad sin estar sola.



1 comentario:

  1. Ésta es, sin duda. He leído todas tus entradas, pero ya no tengo dudas. La última frase me ha recorrido la espalda como en un escalofrío. Enhorabuena por escribir así, has ganado un seguidor.

    ResponderEliminar